lunes, 8 de abril de 2013

Siempre tuya, siempre mio




Borro los sueños con lágrimas, se que él nunca se fue del todo, aun lo siento, lo noto.
Dicen que debería deshacerme de sus cosas, de todo en lo que pueda verlo, que debo dejarlo marchar, pero yo me he marchado con él, esta casa es tanto suya como mía, me hablan suavemente, mientras mi mente no está escuchando, o si? Ahora me cuentan que sus recuerdos me destruyen, que debería levantarme de la cama y continuar con mi vida y allí pierdo el hilo, porque no quiero seguir escuchando eso, porque esta gente que intenta ayudarme me aconseja malamente, ellos, no, ellos no saben nada, y rompo a llorar, siento una mano, me está acariciando, no es la de él, no es la misma caricia, el mismo tacto, que vuelva, por favor…
Mi deseo es reencontrarlo, sujetar su barbilla fuertemente y plantarle un beso diciéndole lo mucho que le amo, dormir desnuda nuevamente a su lado, despertarme avergonzada, tapándome con las sabanas, despertarle con pasión a horas irregulares, solo por el capricho de que mi cuerpo lo anhela, lo necesita, dejar que mi mano se pierda en su espalda mientras el duerme, morderle diciéndole que no quedara nada de él.
Discutir a gritos, hacer las paces con nuestro instinto, dejar que bese mi cuerpo, que sus labios encuentren esos sitios que me hacen sonreír, ver su deliciosa boca surcando por mi clavícula, su sonrisa malévola, perderme en el, clavar mis uñas en la piel, como queriendo traspasarlo, ser uno, ser todo lo que no se puede ser, la necesidad de nuestros cuerpos quedaba satisfecha una vez que nuestros corazones llegaban al punto en que explotaban como una bomba, y luego la paz nos invadía, el calor nos recorría, y con todos esos sentimientos, volvíamos a amarnos como nunca, creo que discutíamos queriéndolo, solo por sentir el impulso del deseo loco, desenfrenado.
Comentan que debería de quitar sus fotografías, mi mirada se pierde en la estantería, el me sonríe picarro, su mirada es juguetona, esa fotografía es especial, las otras también hablan de nuestra historia, pero esa es la cara que ponía cuando era travieso, cuando le conocí, cuando venia hacia mí, cuando me hacia la inocente… El es él, no puedo coger, esconderlo, como si nunca hubiera estado en mi vida, como si nunca me hubiera tocado, como si no notara aun sus marcas, no puedo, no tengo fuerzas, aun huelo a él, mis manos, mi piel, su olor está impregnado en mi .¿No lo sentís, no lo notáis?
Es más fuerte que yo, más fuerte que todos vosotros, y tomo los calmantes, esos que me hacen caer en un sueño profundo, desciendo en el, lo tengo abrazado, toco su abdomen, su pecho, beso sus hombros, su espalda, su nuca, juego con mi nariz con su pelo, con su cuello, siento su colonia mezclada con su aroma que desprende antes de rociarse, la respiro fuerte…
Tengo su perfume, roció la cama con ella, está a mi izquierda, extiendo mi mano, y noto vació, no está, frió, maldita sea, antes de abrir los ojos estaba, lo juraría, estoy aturdida, me levanto, estará en la cocina, como siempre se despertaba buscando algo de comida, me voy corriendo en su busca, grito su nombre, lo llamo, las luces apagadas, no está, caigo rendida, sin fuerzas, mis rodillas, me duelen, pero no se compara con lo de mi alma. Pierdo la noción del tiempo, es de día, otra noche que duermo sobre las baldosas frías.
Razono, se fue, volverá, no me puede dejar aquí sola, preparo un café, me acuerdo cuando lo compartíamos, sus besos, me sabia mejor el café de su boca. No me dejara ir, no se ha ido, le hice una promesa, siempre seré suya…
No importa el lugar, solo que sus brazos me rodearon fuerte, por detrás, mi espalda se pego a su pecho, cerca, podría notar su corazón bajo esa ropa, sus latidos, me amaba, hacia frió, y me susurraba al oído, diciendo que no dejaría nunca que fuera de otro, que siempre seria suya, su mayor logro fue conquistarme, tonto aquel que me perdió, y que tiene suerte de tenerme, de ser el único que se encuentra en mi pecho, me mecía inconscientemente en sus brazos, mis ojos estaban llenos de lágrimas, su ternura, su cálida voz, su forma de decirlo, nunca me dijeron nada tan bonito, nunca creí tener tanto valor para alguien, y él me lo estaba demostrando.. Era suya…
Pertenecía a alguien, a él. No me mentía, nunca me mintió, ahora me ofrecen ayuda, intentan decirme que es lo mejor para mi, como puedo renunciar a todo lo que sentí?
Me obligan a salir, pero solo lo veo a él, está en todos esos rincones que inundamos de besos, esos largos paseos sin decir nada pero que nuestro roce lo decía todo, y camino desorientada, sin rumbo, solo para complacer a los demás, para respirar el aire fresco que una vez me sabia a puro y ahora me asfixia, que el aire corta mis mejillas y secan mis ojos que se llenan por instantes de lágrimas, intento buscar nuevos rincones solo para no recordarlo, miro mis manos constantemente y pienso en la de veces que me la beso, sosteniéndola, calentándola con el halo que salía de su boca, frotándola entre las suyas, o simplemente guardándola en su abrigo, en ese bolsillo donde se enredaban nuestros dedos y que apenas cabían juntas, pero allí estaba dándome calor, como siempre lo hacía cuando lo necesitaba…
Las calles me parecen todas iguales, pero paseo para que no me digan que me quedo esperando, que la vida continua, no, la vida se para muchas veces cuando una persona se va, continua para los demás, pero tú te quedas esperando, esperando un mensaje, una llamada, un correo, el toque del timbre, reencontrarlo, en fin… esperando.
La de veces que dicen que tengo que empezar, pero no puedo empezar cuando todo terminar, empezar por donde, si este es el final, miro el reloj, porque odio el teléfono, sé que no me llegara nada de él, llevo mucho rato viajando sin rumbo, contradiciéndome con lo que me dicen, siento, debería, y lo que no puedo comprender.
Cuando ya han pasado los minutos, y mis manos, están azules por el frió, decido volver a casa, porque aun queda algo de calor allí dentro.
Abro el portal, arrastro mis pies, como si fueran de hierro, ahora pesan tanto, antes cuando sabia que me esperaba iba volando hasta a casa, pero eso era antes, cuando estaba…
Llego a mi puerta, y recuerdo el chasquido que hacían las llaves cuando volvía, haciéndome la dormida esperando silenciosamente, para ver qué es lo que hacía primero, escuchaba, como dejaba las llaves suavemente sobre la mesa, pisando flojo para no despertarme, entraba cauteloso en el dormitorio, y me besaba, pero antes de darse la vuelta, quitarse el abrigo, la ropa, y dejarla sobre aquella silla, me encargaba de aferrarme a su cuello, de besarlo, de hacerle ver lo mucho que le eche de menos ese día, y en esa penumbra hacíamos el amor, sus ojos brillantes, su cuerpo, contra el mío, sus impulsos, tan dentro de mí, tan cerca, tan mío, tan deseado. Me tiembla la mano al entrar en casa, saber que ellos siguen allí diciéndome cosas, y yo sonriendo, mintiendo, lo echo de menos, lo extraño, no sé cómo y cuantas veces decirlo ya, pero me falta, preferiría no tener nada y tenerlo, a tener las cosas y su falta…
Veo esos ojos implorosos, que me dicen estas horrible, pero para que quiero estar guapa? Para quien? El ya no está, y me atiborran de pastillas, de nombres que no recuerdo, tranquilizantes, esto para esto, esto para esto, se acumulan en mi mano, las tomo con tanta agua, pensando que me da igual lo que son, a que saben, siento como empieza a arderme el estomago, como quiero expulsarlo, igual que el dolor que siento por él, pero me aguanto, me tumbo en la cama, nuestra, suya, no lo sé ya, no lo recuerdo, porque las pastillas me desconciertan, la cama me da vueltas, cansancio acumulado, pero los recuerdos perduran, y siempre antes de cerrar los ojos, veo su sonrisa picara, y quiero gritarle, por infligir su promesa, por no cumplirla, por engañarme, pero e caído en el sueño, que es un sueño influido, y durara lo que dura el efecto de las pastillas, cuando pasa la soledad me encuentra, y la casa estará en completo silencio, hasta que mis llantos la inundan, y aunque este bajo la influencia de las pastillas y me escuche como un eco, soy yo, implorando y pidiendo a alguien invisible, a un Dios que me escucha o creo que lo hace, pero no cumple, y sigo, hasta que me quedo seca, hasta que alguien me levanta de algún lugar perdido de la casa, y me lleva a la cama, y me da más pastillas, para calmar la agonía, así prolongando mi dolor, con ellas, claro que lo saben, aunque me digan que debo de seguir, hacia donde? Seguir a qué lugar? Soy una planta, lo único que me mantiene con vida es su recuerdo y las pastillas…
Lo mismo daría, si me conectaran a una maquina, la misma vida tendría, sin él, y las pastillas que tomo de esa mano, conocida, pero ajena al amor, me hacen caer en un sueño, escucho de lejos, estará más tranquila, le sentirán bien, necesita descansar, como si cuando cerrara los ojos dejo de verle, de sentir sus besos, o recordar los recuerdos, y lloro, maldita sea, me ha defraudado, me ha dejado, me ha engañado y mentido, me prometió una vida, unos sueños, un paraíso, y ahora estoy en el infierno, mientras me retuerzo, muerdo la almohada y lloro desconsoladamente, escucho un tranquila cariño, de todo se sale, todo irá bien.
No, nada va bien, nada, el no está, dejad de mentirme, como él lo hacía, me tienden otra pastilla, esto te tranquilizara, eso suena en mi cabeza, esto te tranquilizara, lo que me tranquilizaría seria sentir sus labios, sus besos, sus caricias, dormir en su pecho, mientras escucho su respiración, mientras mi mejilla está pegada a su piel, mientras mi nariz respira el olor que emanan los poros de su piel, mientras le cojo de la mano, y está caliente, no paso frió, mi manta es su piel, es mi hoguera, mi fuego, mi carbón, así estaría bien. Las pastillas me atontan de nuevo, y no pienso con claridad, escucho cosas, deberíamos de llevar sus cosas lejos de ella, esto le hace daño, sufrirá mas, así iremos prolongando su dolor, si ella no lo hace, lo haremos nosotros, lo haremos mientras pasea, escucho quien paseara conmigo, que van a evadir mi intimidad, estoy demasiado débil para gritarles, demasiada cansada como hacerles frente, en el fondo pueden tener razón, pero esa razón, no me vale, no pueden arrancármelo así, como la vida me lo ha arrancado a mí, y los maldigo entre dientes, los odio, y odiare como hagan algo así, no tienen derecho a eso, a deshacerse de sus cosas, el no es basura, es mi vida, y mi vida falleció en el momento que él lo hizo, no falto que sonara el teléfono para que yo lo supiera, no tenían que comunicármelo, sentí el vació, sentí como si alguien me arrancara la piel, me sentí fría sin su calor, desnuda sin su amor…
Entre tantas voces, entre tantas preocupaciones, entre tantas pastillas, maldigo a la vida, por quitármelo, maldigo a la gente que se preocupa por mí, que no quieren dejarme apagarme, poco a poco, que no me dejan con mi angustia, con mi dolor, maldigo su nombre, por haberse ido, tan cerca de nuestros sueños, tan joven, tan esplendido, y con el menciono a dios, porque no fue justo, porque no me lo merecía, ahora que lo encontré, ahora que me amaban, ahora que conseguí ser realmente feliz, me quitan lo que más quiero, lo que más amo, me deja sin nada, me ha quitado la vida, el…El era mi vida.
Me despierto y consigo guardarme su foto sin que nadie me observe, sin que nadie se dé cuenta, es mía, esa fotografía, que me daba fuerzas cuando todo era gris, que me decía que era la razón de mi existencia, y pensar que la vida tenía un sentido, no quiero que coja polvo, y sé que absorberá, la empapare de lágrimas, porque me quitaran todo, como la vida me ha quitado la ilusión de la propia existencia, me van a negar los recuerdos, y me quitaran todo, dejando todo vacío, haré como que me da igual, al fin y al cabo, me da igual estar o no estar…
Y paseo, y me habla, le escucho, escucho su voz, pero pienso en el, en la manera que conseguía hacerme reír, o cuando escuchaba una canción, haciendome bailar, cogiéndome de la mano, de la cintura, muerta de vergüenza, queriendo hacerme dar vueltas, y cantaba a gritos canciones que no conocía, pero que con su facilidad de aprendizaje, pronto se hacia a ellas, y sonrió vagamente al vació, y me hablan de que la vida no siempre es como esperamos, de que aveces pasan estas cosas, que hay que sacar fuerza, de que hay que seguir, que el lo quería por mi, que no le gustaría verme así, no saben nada, no saben que perdí la fuerza esa noche, cuando el perdió la vida, no puedo seguir, arrastro las piernas, porque se juntarían con el cemento que hay debajo y no caminaría nunca, esperaría allí, le esperaría, el quería una vida a mi lado, despertarse bajo mantas y almohadas, porque era friolera, por que le encantaba verme sonreír, sorprenderle, que sea tan poco cohibida y vergonzosa en otras cosas, que quería unos hijos, que siempre fuera suya, que era afortunado al tenerme… No la vida no es como esperamos, porque esperamos lo mejor cuando damos cosas buenas, y en un par de segundos no queda nada, en segundos se fue el, en segundos mi vida se esfumo y en segundos nuestro piso quedara vació, sin nada…
¿Debo de dar gracias a alguien o algo, que me ha quitado lo mejor? No puedo sentir felicidad, felicidad sentí el día que vi sus ojos, que me sonreía, a mi, el tan guapo, y yo, yo tan… normal… aun no me lo creo.El vio en mi su mundo como yo vi el mio en el…y ahora no veo nada…
El es la angustia mas grande de mi vida, se que sin el la vida no continuara, que pasara, no lo se, mientras tanto, seguiré atiborrandome de pastillas y de palabras que me envenenan, hasta que la vida nos vuelva a reencontrar, yo le hice una promesa, jamas dejare de ser suya, y la cumplire, se lo digo a esa fotografía que he robado, que nadie la encuentra, a la que lloro, le suplico, y beso, en soledad…
Siempre tuya, siempre mio

domingo, 10 de marzo de 2013

Ciclos de la vida





Tengo una visión que se repite constantemente sé que no es de hoy, se que se trata de otra vida, de otros tiempos, porque nuestra topa, la ropa que llevamos es de época, se trata del siglo XX, es igual que la que observamos en películas, en esas películas clásicas, esos bordados, una pena, ya no se llevan, pero visten nuestros cuerpos, nos quedan de maravilla. Por eso se que no se trata de hoy, es hermoso saber que te conocí en otra vida.
Estamos corriendo por un bosque, amplio, verde, parece primavera, porque muchos árboles tienen flores, huele a cerezos, siempre me han gustado, soy yo, me reconozco, aunque no soy la misma que la de esta época, la que te escribe ahora mismo, tengo el pelo castaño, largo y rizado, conforme voy corriendo, saltan sobre mi espalda, me hacen cosquillas en los hombros, y no paro de reír, aunque rio, porque la felicidad me persigue, eres tú.
Hago como que quiero escapar de ti, pero en realidad mi deseo es que me cojas, sonrió, y me abro paso entre las ramas de los árboles, las aparto con las manos, me agacho, llevo un vestido blanco, ceñido, unas minúsculas flores rojas, parecidas a las de los cerezos lo adornan,  me sigues velozmente, yo no hago más que sonreírte, estoy contenta, y reboso de felicidad. No es un sueño, es una visión, la tengo desde siempre, desde antes de conocernos, la sigo teniendo ya conociéndote, pero me gusta viajar hasta ese momento, porque tiene magia. Te conocí en otras vidas, estoy segura de ello, tu pelo, tu rostro, eres tú, el mismo que tengo al lado.
Son épocas, ciclos, siglos, que nos separan, pero no me alarma, el destino, es estar juntos en cada uno de los tiempos que hay escritos, nosotros dos, dando vida a un amor, no importa nada, absolutamente nada, solo nuestro encuentro…
Te miro y veo el paso del tiempo, cambiando poco de aspecto, pero el amor, nuestro amor no ha cambiado nunca, pese a dificultades, a estatus sociales, a formaciones, nada, siempre caíamos de rodillas uno frente al otro, declarándonos amor…
Ahora viajo lejos, mucho más lejos que antes, extenso es el prado que hay frente a nosotros,  en medio de el estamos tu y yo, veo tu pelo caer por tu frente húmedo, tapándote los ojos, los ojos de un azul, un azul glacial, preciosos, los reconozco, tu camiseta es antigua, concorde al tiempo que estamos, un chaleco, eres mi caballero, tus manos son rudas, fuertes, y las sostengo con mis manos delicadas, estamos de rodillas, llorando, debo de ser alguien importante, alguien de alguna alta sociedad, el diseño del vestido, lo denota, mis manos, mi pelo recogido de aquella manera, pero el vestido es de fina seda, un corpiño con hilos de oro, los zapatos son magníficos, aunque ensuciados por el barro, creo haberte alcanzado, creo que nos desean separar, pero no pueden prometo que si algo te pasa, me pasara a mí, estoy dispuesta a entregar mi vida, antes que vivir sin la tuya. Aparto tu cabello, para verte mejor los ojos, están rojizos, por las lagrimas, debemos de ser jóvenes veintitantos, veo como tus largas pestañas soportan gotas de lluvia, con el dorso de mi mano acaricio suavemente tu mejilla, no dudo en abrazarte, tu cuerpo se desploma entre mis brazos, nada nos separara, sigo diciendo rápidamente, cuando acabo de decirlo, vuelvo a decirlo otra y otra vez, unidos en cada vida, te susurro…
Ahora en el presente nos amamos igual, cuando te doy la mano la reconozco, reconozco tu sostener, tus dedos jugando con los míos, tantas vidas, y que  poco has cambiado amado mío...
Duermo, pero en vez de descansar voy vagando en cada reencarnación, en cada amor, en nuestras historias, conociéndolas todas, somos luz, poseyendo un cuerpo, nos vamos y nos reencontramos, compenetrados, nunca estamos solos en ninguna vida, tú estás conmigo y yo contigo mi ángel, somos uno del otro, no importa lo lejos que estemos, el lugar, la edad, los impedimentos, siempre acabamos conociéndonos, yo siempre te acabo reconociendo, porque eres único en todo el mundo, y de entre tantos solo estas tu, mi amor.
Te conozco y sé todo de ti, tus fechorías, tus engaños, tus mentiras, aprendo y te conozco, tanto como si conociera mi propia alma, la verdad es que somos la misma, dos luces unidas, dándose la mano, no te cambiaría  y no dejaría de amarte, por nada. No hay nada en este mundo que me haga considerar el hecho de amarte, tu existencia es vital, verte volver es un regalo, compartir tantas vidas demuestra que la inmortalidad existe, que la eternidad esta allí, y yo la veo, la veo cada vez que sostengo tu mirada.
No desaparecemos, si no es uno con el otro, lo he visto, lo he sentido, los caminos de la vida nos unieron, y nos sigue uniendo, estás conmigo cuidándome, y yo cuido de ti.
Si mi amor, cuando las enfermedades no tenían cura, tu cuidabas de mi, poniendo paños mojados sobre mi frente, para que la fiebre bajara, secabas cada gota de sudor que mi cuerpo emanaba, sabias que me iría, mirándome a los ojos veías mi lastima al dejarte, pero te cogía la mano y te decía te esperaré, te seguiré, y volveremos a vernos. Y así fue, como fuiste, y eres el motivo de mi sonrisa, la alegría en lo difícil, la esperanza en el final y la luz en la oscuridad.
Mi retina esta impregnada de todos los pasos que hemos dado hasta llegar a hoy día, podría contarte tantas historias, que casi nos separan, que nos separo, y nos volvió a unir. Amado mío.
Reclutado para la guerra, en mi algo se rompió, pues no podría, no quería que hubieran segundos que nos separaran, que no, nos dejaran amar, impedirnos disfrutar de la compañía mutua. Tus cartas, esperadas, ansiadas, aliviaban tu falta, tu falta que crecía cada vez más en mí. Echaba de menos esos besos conocidos, escucharte decir que este era tu lugar, que estabas deseoso de quedarte conmigo, compartiendo lo poco que teníamos, pero que mejor regalo que tenernos. Te esperaba, estuvieras donde estuvieras, en el andén de nuestras vidas, trayendo contigo, nuevas cosechas de una vida, de otra, nada acababa, nada empezaba, nada tenía ni principio ni final, nuestra historia es como nunca y como siempre.
Mi marinero, de pelo corto, ¿donde dejaste aquel espeso cabello que una vez te cubría la frente, impidiendo que te vea los ojos con claridad?
Peinado corto, a la vista están esos ojos que acaban teniéndome encadenada a ti, penetrantes, fuertes, luchadores, hablándome, dicen que volverán, desde lejos, tanto tiempo juntos, se leerlos, comprendo su lenguaje.
Pedí más de una vez a Dios consuelo, rezando y reclamando tu vuelta, pero esta vez lo necesitaba más que nunca, íbamos a ser tres, nuestra alma partida, en un dulce y pequeño amor, parte de ti, y recuerdo un puerto lleno despidiéndonos, de nuestros amores, de nuestros hijos, de nuestros nietos, sobrinos, lagrimas, tantas como el mar que surcabais, marineros…
Te recuerdo de una guerra volver, herido, no me importo, para mí siempre fuiste mi héroe, mi amor era incondicional, y te amaría fueras como fueras, solo necesitaba sentir tu corazón latir junto al mi, las cicatrices no me importaban, ahora a algunas las llamas marcas de nacimiento, pero mi amor, eran heridas, heridas que casi acaban contigo, pero siempre has sabido volver a tu lugar qué era yo, eso me decías, y eso te juraba yo, fidelidad, amor eterno, y vidas llenas de amor, cumpliendo mi palabra.
De algunas batallas no volviste, y me encontraba loca, leyendo tus cartas, tus últimas palabras sobre un papel, grueso, tu letra, escuchaba tu voz al posar mis ojos sobre él y deslizándome, las veces que te faltaba, lo bonito que era el cielo, mientras en la tierra estaba desatándose el infierno, el miedo que tenias al no verme, y muchas veces no nos vimos, y ¿Cuántas veces perdí la vida a causa de tu ausencia? Encontraba algún modo de reencontrarme contigo, la horca, el veneno, un disparo. Egoísta por mi parte dejar atrás cosas, ¿pero qué hacer cuando tu amor ya no va a volver? Al menos, así sabia que volvería a estrecharte entre mis brazos, que volvería a amarte, aunque me digieras una y otra vez ¿Por qué? Porque te amo, mi amor, porque mi destino es estar encadenada a ti, no es una condena, y si lo fuera, encantada de cumplirla, porque mi corazón late, por ti, porque es grande el dolor de la ausencia, y aunque no acabara yo con mi vida, lo haría ella, cuando tu mueres, yo muero, no aguanto sin ti, eres mi aire, aunque a veces me sofoques…
No podría ser una pasajera mas de este mundo, paseando sin rumbo, sabiendo que no volverías hasta la próxima vida, no podría estar sin ti, recuerda, siempre juntos.
Al verte sonreír, te reconocí, nuestra luz quedo unida, amándonos en esta otra vida, escribiendo una historia que la volveré a ver, más adelante, cuando los dos estemos lejos de aquí, viviendo más dificultades, pasando mas desastres, pero todo se puede hacer cuando tu mano me agarra fuerte, cuando me miras sonriente, no tengo miedo, no hay nada que me frene si se trata de ti, puedo darlo todo por volverte a ver junto a mí, así de feliz. Descanso y llegan las premoniciones, te veo partir, me despierto, y te veo dormir, a mi lado acostado, miro mi mano, tu anillo, el de siempre regalado, una piedra y cuatro a cada lado, no sé como aparece, pero siempre es ese, el mismo que nos compromete.
Te beso suavemente, no quiero que te despiertes, me vuelvo a recostar dándote la mano, agarrándote, para no escapar, doy gracias a Dios porque estas presente, en todas las vidas, en mi mente.
Somos ejemplo para los que no creen en el amor, si existe, nosotros venimos a demostrarlo a amarnos, morimos de amor, sobrevivimos a todo, y a pesar de todo florece, y crece en nosotros, nosotros los que amamos creamos un mundo, somos capaces de reconstruirlo, porque lo que sentimos nos da equilibrio, somos capaces de cuidar todo, de amar, y dejar huella de lo que somos en todo…
Estamos en eras modernas, pero las cosas no han cambiado aquí también estamos luchando, hay gente que no acepta vernos juntos, pero nosotros nos reímos del mundo, porque nos pertenece, hemos vivido tanto, que nuestro espíritu esta escaldado, sabemos cómo hacerle  frente a todo, como hacernos notar, como demostrar que no nos van a separar, no sin pelear, que ni dos tumbas no lo lograran, que haremos lo imposible, por dar el uno con el otro, llevamos así años, décadas, y siempre acabamos encontrándonos, amándonos locamente, como siempre, jurándonos que no podrá nada ni nadie, con nuestra lucha..
Conozco sus labios, y me encanta besárselos, sus ojos me provocan, su cuerpo me evoca, nos amamos sin más, pese a las trampas, de la gente, a sus habladurías, a sus cuchicheos, nuestra relación en nuestra, no es de nadie más, no caemos en tentaciones, somos fuertes, somos dueños de nuestro errores ya cometidos, ya no tenemos motivos, sabemos que lo nuestro es duradero es fuerte, motivo de envidia, de celos, pero ninguna palabra nos ha hecho dudar, lo conozco, se dé que es capaz, sé que no lo haré  en el fondo él sabe que soy tan suya como el es mío, vivir la vida juntos, es nuestro destino..
A veces me gustaría que vieras las otras vidas, que no te asustes, que veas lo maravilloso mundo que nos une, la sangre derramada, las lagrimas que han empapado nuestra alma, la vida que dimos, con fines de volver a sentir lo que hoy sentimos, de sentirnos tan vivos, tan deseos de no compartir, de vivir y disfrutar, de que venga tempestades y luchar, de reír junto a ti, mientras tú me des la mano seré feliz...
Dejo que me cojas, que me agarres de la cintura, que me aprietes contra tu pecho, sentir atreves del chaleco, de la camisa, de la piel, la carne, tu latido, tu respiración fuerte, tu mirada glacial, acercándose, besándome, terminando sentados sobre la hierba, en un lugar alto, viendo el atardeces, estrechándome entre tus brazos y oigo esa frase que me ha marcado, que la dices a cada rato, cada vida espero que la digas, y cuando la sueltas mi piel se pone de gallina… “Te amare en esta y en todas las vidas que me sean posibles, en todas las reencarnaciones seré tuyo, como tú eres mía ahora mismo, que nuestra luz sea eterna y me ilumines siempre con esa sonrisa”
Te contesto “ Amado mi estamos predestinados, no habrá nada que pueda separarnos mientras esta llama arda tanto, nuestro amor es eterno, tenemos tantas vidas para querernos, no me vas a fallar, y no te fallare nunca, te amo, siempre y no terminara nunca, seré eternamente tuya”
El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio.
Stendhal (1783-1842) Escritor francés.

sábado, 9 de marzo de 2013

Lágrimas





Lágrimas para unos agua, para otros universos enteros en pequeñas gotas, pero cada una de ellas tiene su más preciado significado. Propio y único, pequeñas, brotan, deslizándose por una superficie, dejando huella, marcas imperceptibles, pero dolorosas, para aquel que las vierte, no piden clemencia, no piden perdón, solo perderse, salir, irse, liberarse… Muchos al verlas agachan la cabeza, sin saber qué hacer, como actuar, pequeñas, pero nobles, limpias, haciendo que el más fuerte se sienta débil ante ellas…
No piden ser secadas, solo flotar, caer, perderse en ti, entre el mundo, da igual el lugar, el sitio, donde, el cómo, solo salen, marchándose, nuestro ser se va con ellas. Muchas veces en la vida nos las tragamos, envenenándonos con ellas, nuestras entrañas tiemblan, espeluznante es su poder, se tiñe todo de negro, se empaña, veneno, regurgitan dentro de nosotros, hacen que seamos diminutos, significantes, pequeños, querer escondernos en la más profunda oscuridad, que nadie nos vea, que nadie las perciba, buscamos el lugar más remoto, el silencio más absoluto, y a pesar de que ellas quieren gritar, las ahogamos entre llantos, mordiendo la carne, soledad, profundo silencio…
Lágrimas palabras de peso para unos, vació para otros, sustancia que nos compone, gotas de luz, brillantes, pero insignificantes, contadlas, ¿Cuántas son? ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Cuál es el motivo?
Te hacen morir por dentro, procurando salir, abriéndose paso, sin importar los obstáculos, las tragas, y vuelven con más fuerza, impulsándose fuerte, haciendo que la sangre en tu cabeza cabalgue, como si pasara un grupo de caballos al galope, corriendo fuerte, te dejan sin aliento, las sienes arden, clavas tus uñas en la piel, haciendo que duela, que esas lagrimas tomen otro camino, cambiando el dolor por otro dolor, muerdes el carnoso labio, sabe a cobre, el sabor de la sangre, tragándote esta misma poco a poco, cayendo donde caen las lágrimas, en ti..
Lágrimas, enigmas para unos y nada para otros, te fisuran y salen contigo corriendo, en silencio, en el más puro silencio de la noche, pero cada caída, cada choque, es un grito, tú lo oyes, pero nadie más lo hace, entre temblores y ahogamientos, callas palabras con ellas, palabras que no te atreviste a decir, o no tienes el valor suficiente para hacerlo. Y lloras por cada uno de los errores que consideras haber cometido, por las injusticias a las que has sido sometida, empatía, salen hasta en los sueños y disimulas no haber pasado cuando tu sabes que mientras tú estabas lejos, ellas humedecían tu rostro, cerca…
Tus pestañas húmedas, disimuladamente de secas los ojos, como si fueran algo sucio, algo vergonzoso, algo malo, lágrimas…
Por mucho que apretemos los ojos, perdiéndonos entre deseos, entre cosas que deseamos que hubieran pasado y no, todo sigue igual, todo está como siempre, como antes de cerrar los ojos y vertiéndonos en ríos, salados…
Las lágrimas son nuestras palabras, aquellas que se quedan en la punta de la lengua, aquellas que diríamos, entre puñetazos, gritos, entre escándalo, vomitándolas, a personas que nos importan, que no, que nos hirieron, que nos dañaron, o simplemente palabras que diríamos, arrepentimientos, deseos, frustraciones, no muchas personas comprenden el idioma, y no encuentran belleza, pero yo veo que ahogan a los fuertes, y saca el lado frágil de la gente, aquel que todos tenemos, pero escondemos…
Valientes aquellos que se atreven a dejarlas salir, y cobardes los que se las traga, muriendo en su propio agua, ahogados entre dolor y orgullo, dañados, fracturados por dentro, pero por fuera llevan su mejor coraza.
Tus lágrimas, fuerza, sacrificio, silencio, idioma que solo la almohada conoce, que las disimula, se las traga, las esconde, camufla tus sollozos, y no sangra cuando la golpeas y muerdes, idioma que ni los más cercanos conocen…
Creen encontrar motivo, pero nunca dan con la razón, creen conocerte y son completos desconocidos, creen que tus lágrimas son el fruto de algo pequeño, pero solo tú sabes la tormenta que hay en ti, cada latido un trueno, y cada sacudida, galopan intentando salir por los ojos y las frenas en el último instante, relámpago, tienes que ser así de rápida, como los relámpagos…
No se imaginan que los muertos también lloran, porque tú has muerto, la vida depende de muchos factores, y cuando todos los pilares, las murallas, el mundo entero arde, no puedes, no tienes fuerza suficiente para adaptarte a el, y lloras lágrimas sagradas para apagar el fuego, para que todo termine, y jamás acaba, es una tortura continua…
Las lágrimas, sangre de nuestros ojos, patinan sobre las mejillas hasta caer y alcanzar una superficie a cual aferrarse, como nosotros nos aferramos a la almohada, porque no hay nadie que sostenga tu rostro, que te susurre, que te guié  todo a muerto, y ellas estarán escondidas a lo largo de tu vida, a punto de salir.
Duermo para no subsistir, para no confesarme en la noche, para no volver a tener conversaciones interminables con la luna, con la almohada, porque no tengo fuerzas para poderlas contener, porque ya no las quiero disimular, son parte de mi, y paso horas entre ellas, y no se acaban, me pierdo entre unas y otras… Tienen tanta belleza,¿ o es parte de mi belleza que se va con ellas?
Siento tantas veces como mi corazón y mi cabeza luchan constantemente, gritándose uno al otro, llorando los dos por sus razones, por su propio pensar, creyendo que cada uno tiene la mejor palabra, que es lo que debes seguir, no están de acuerdo nunca, siempre combaten, no hay tregua, y se limitan a ir cada uno por su lado y llorar…
Lágrimas, huellas del pasado, sueños del futuro, presente frió como el hielo, susurros  traen palabras, se lleva otras, cuentan cosas, pocos comprenden, y tantos causan cosas que se dicen, intencionadamente, otros no son consciente, pero lo hacen, y vuelven a florecer, a salir…
Ojos hinchados, ojeras marcadas, mentiras que esconden, verdades que se ven, no te atreves ni tú a enfrentarte a la verdad, pero no importa, las lágrimas tienen un aliado la sonrisa, que tras ella se esconde toda tu vida…
Nadie les da importancia, nadie se molesta, ya no lo haces ni tú, pero al menos intentas abrir el grifo para que caigan como la lluvia en otoño, fuerte, rápidas, corriente abajo, los que no las dejan salir terminaran ahogándose en ellas, sin salvación alguna, tarde será, no habrá vueltas atrás, y podrán decir que soy débil, soy fuerte, porque llevo mucho peso, traigo conmigo heridas y dolores, no se ven pero están, sé que estoy rota, ellos también saben que lo están pero no se intentan recomponer, esperan y mueren esperando, yo me debato, actuó, me equivoco, trato de hacer lo correcto, aprendo, caigo de nuevo, pero soy valiente…
No os dejéis caer en vuestro océano, dejar que salga, y que vuestro interior se renueve, aunque este agrietado, no es una vergüenza llorar, significa, que aun somos humanos, que hay vida en nosotros, que a pesar del dolor, tenemos sentimientos, no escondáis vuestra cara, no os pongáis un escudo que nunca os protegerá, porque bajo el, seguirá estando vuestro verdadero yo, vuestro océano particular, lo único que conseguiréis, es no sentiros bien con nosotros mismos, llorar es valiente, no hacerlo y verlo como algo débil, os hará como tal…


Las lágrimas son la sangre del alma.
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San Agustín (354-430) Obispo y filósofo.

jueves, 17 de enero de 2013


Tú querido que te fuiste dejando un trozo sin llenar, que eras mi risa mas dulce, la compañía mas deseable, paso tiempo desde que no te hable con todo mi yo.
Tú que te dejaste la historia a medias, empezada, sin acabar, dulce sonrisa, dulce mirar.
Buscabas tu bien, ¿lo encontraste?, porque te añore asta con mi aire, te añore tanto que a veces rabiaba de dolor, y tu nombre se filtraba en mi como el agua se abre paso en el cemento, creando una grita, por la cual fluye.
Grandes mentiras tapaban tu dolor, creyendo que tu voz temblorosa me engañaría, jamás supiste hasta donde te conocí, nunca pronuncie mis sentimientos hacia ti.
Fui analgésico, fui poco, pero tú para mi fuiste mas que todo, me basta con mirar hacia atrás y reír, pero ahora lloro, no lo puedo evitar, te tenia, no lo he sabido apreciar, te deje escapar, lo hacia a mi manera, no quería dañar tu corteza y la arañe, clavando mis duras palabras, te hice sangrar, savia, de tu puro interior, ahora tus ojos me transmiten dolor, abismo, no te quiero dañar mas, pero me duele tu frialdad.
Tus ojos helados, inexpresivos, en el fondo algo quedaba, algo nos juntaba, cuidaba de ti como una estrella, no podía darte mi felicidad, que la notaras, que sintieras lo mismo que sentía yo cuando estaba a tu lado, no fuiste menos preciado, fuiste lo mas buscado, y ahora lo hago, tarde… te fuiste..
Tú culpándote del destino, culpándote de todo lo que vino, no somos culpables por velar nuestra felicidad, debemos luchar, dar con ella, y apreciarla.
Estabas cerca, no lo supe ver en su momento, ahora no eres aquel, te rompí demasiadas veces, asuste tus sueños, no quise hacerlo, no quise romper el destello de luz que eras, ahora puedo llorar, que te espera, la que mira el móvil con cautela, como tu lo hacías cuando, creías que me olvide de ti, aun alejada te tenia presente, se que te decepcione, me arrepiento, y ahora lo pago con lagrimas, grito, sin voz me sofoco, quiero estar sola, pensar en como marcaste mi vida, tenerte enfrente y no verte..
Pues sola llevo mucho tiempo, perdida, es mi forma de vida, de querer improvisar, de crear sueños de las pequeñas cosas, me conformo con pocas cosas, mi vida es sencilla, a cada paso una melodía, y tu tienes una, la encontré por casualidad, pienso que dice cosas de esta extraña amistad.
El destino nos separo, aunque te desee conmigo, no creo en la felicidad, soy tan diferente a esta sociedad, me maravilla ver un pájaro volar, deslizarse, cortar el aire, ver el cielo lleno de estrellas pensando cual es la mía, tu vida, es aglomerada, no cesa, no para, tu ritmo es distinto, yo solo seria un error cometido…
Ahora eres una persona con una mascara, soñando ser otra, proponiéndote ser otra cosa, negando lo que eres, perdido te vi, tantas veces…
Pero se trata de tu libertad, no la mía, yo se como llevar mi vida, puedo feliz con nada, hacer de ellos mucho, pero tu no aprecias lo que tienes, no te conformas, y piensas en lo que pierdes, el mundo te regala tantas cosas, quieres ser como todos, piensas que siendo como los demás atrás la felicidad, te engañas, tu eres tan especial… Ojala vieras en mis ojos lo que veo cada vez que te miro…
De eso tienes que darte tu cuenta, no puedes verlo si no quieres hacerlo, si tu corazón se ha sellado, ya no lo escuchas, pero el tiempo te llevara a tu lugar, enseñándote que no puedes negar nada al corazón, lo evidente esta en su interior, no lucharas mas contra el y serás aquel que debes de ser.
Me pierdo en tu abrazo, tiemblo, dejo que salga todo, porque te miro y lloro, ahora comprendo lo importante que eres para mi, no te reconozco, no eres aquel que se moría por verme, que me rozaba para tener, no es la primera vez que ves mis lagrimas caer, pero busco una paz, una que tenia un día, y ya no la tengo desde que te fuiste, no te quiero impresionar, pero se me escapa el alma, estoy emocionada, rechace tu compañía, me fui a llorar solitario lugar, con mis pensamientos quise estar, no te puedo olvidar, no puedo hacerlo, sentir tu presentencia removió todo el pasado, todos los instantes que he estado a tu lado, lo vi de otra perspectiva, como si me mirara con tu corazón, imaginando en cada encuentro tu amor, tenia esperanza, pero ahora no queda nada, todo se a esfumado.. Esta disipado, se que no queda nada… vacío lleno de recuerdos..
Tú cruzaste mi vida, haciéndome una gran visita, pero ahora escribo el final, presiento que no te volveré a ver, mi presencia te incomodo, todo esta mal, nada será igual, no volveré a escuchar tu risa, ni tu voz, ni te volveré ha hacer cosquillas, ni tus malas explicaciones, no sabré tus locuras espontáneas, la perdida del norte, aunque me oponga se que todo tiene su final, cosas que deben pasar…
Aunque espere algo de ti, me perderé en la esperanza, aprenderé a vivir con tu falta, te recordare en fechas señaladas, mirare, buscándote, y algún día olvidare que estuviste, el dolor será recuerdo de un amor..
No aprecie lo que tuve, hasta que te fuiste, hasta que te eche, todo tiene fecha de caducidad, y lo que había entre nosotros ha caducado, separándonos, cada uno en un lado, tu eres el este yo el oeste, estaba tan segura de que nunca te marcharías que no sabia que esto pasaría, hasta que paso, ahora tengo esos maravillosos recuerdos que nadie me los quitara, ahora tu alegría es la mía, tu felicidad será compartida por mi, jamás me voy a olvidar de ti.
Temí al acercamiento, que soñaras con el firmamento, no fui demasiado cariñosa aunque quisiera abrazarte algo me lo impedía, no quería hacerte sufrir mas, no me gustaba hacerte daño, sufría por ello, me dolía, me llenaba de amargura, no poderte dar ese amor lleno de locura, de pasión, de esperanzas, de sueños, por ello mantuve las distancias, aunque tu mirada me decía lo mucho que me amaba…
No hay declaración mas evidente que la mirada de la gente, la tuya tan limpia, tan serena, me mirabas de esa manera, tan soñadora, tan dulce, me encantaba esa ternura que me transmitía esos ojos tuyos, aunque quisiera demostrarte mas de mi, mas lugares, pero cuando solo hay amistad, hay un trato tan cordial, no nos conocemos apenas, después de pasar tantas cosas buenas, tantas penas…
Me respetabas, y me amabas, eras tan fuerte, pero yo te hacia pequeño, no sabia que iba a llegar el día en el que te iba a extrañar tanto, que no se como decírtelo, no se como contártelo, me abrazaría a tu cuello, y lloraría en tu hombro, te necesito y necesite tantas veces, te deje espacio esperando que volvieras, pero me quede esperando, vi que no venias, y mas después de irte, no volví a encontrar a nadie que me cuidara y apreciara de esa manera, ahora lo veo todo, entiendo las cosas mejor, pero comprendo que la historia termino, me alegro de que la vida te de lo que te mereces, necesitabas esa felicidad que no te supe dar jamás… perdóname por ser tonta, apréciame, recuerda que formaste parte de mi historia, no olvides nunca que la puerta esta abierta, que detrás de ella mi corazón te espera, que sepas que los recuerdos irán conmigo, tu estarás en ellos, y por ello formaras parte de mi presente siempre…
Perdón por no apreciarte, por no saber quererte, por no amarte como te mereces…
Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.
Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español

Para aquella persona que me marco de tal manera que no la podre olvidar Nunca...Te quiero

domingo, 6 de enero de 2013

El mundo puede ser maravilloso si sabemos mirarlo

                               


Veía siempre el mundo desde una perspectiva asombrosa, todo los detalles, el aire en la cara, la luz del sol, las flores, el olor del frescor, para mi el mundo era un universo maravilloso, no comprendí porque admiraba todo, mientras otras personas se enredaban en problemas que pretendían tener, y yo disfrutaba de cosas que podía poseer, y cosas que deseaba tener, envidiando, el sabor del amor.
Saboree la amargura de la desilusión, los insultos, represalias, aguante todo lo que venia, pero aun así disfrutaba de la vida, no se porque tenia la sensación de que el tiempo no seria suficiente, de que la vida no seria siempre mía, que el tiempo corría en mi contra.
Un mal de salud acaba diagnosticándote una enfermedad, que podría no tener cura, el golpe es duro, no solo para ti, que te mantienes firme, si no para todos aquellos que te rodean, los que te quieren. Y comprendo porque no veía el mundo así, porque aunque me hirieran, sus palabras como flechas, no me paraban, seguía disfrutando de todo lo que el entorno me aportaba...
Las humillaciones, las palabras de sumo peso, no tenían sentido cuando mi vida se escapaba, el reloj ahora estaba en mi contra, iba en otra dirección, la cuenta atrás comenzó...

Me sometí a todo tipo de pruebas, interminables angustias, acompañada siempre de aquellos que sus palabras eran sinceras, comprendí cuanto sufrían, incluso mas que yo, el diagnostico, verme luchar, sin resultados favorables, ver como yo cambiaba, como mi rostro no era el mismo, el cabello corto, débil, moratones de inyecciones, perdida de peso, evasión, músculos que cedían, mi fuerza desaparecía, igual que mis sueños y mis planes, se desvanecían, como yo misma lo hacia…
Algunos de esos sueños no se cumplirían nunca, los planes los borre de mi mente, supe que no merecía luchar contra esta enfermedad, solo debía dejarme llevar, aunque en ningún momento pude dejar de disfrutas de todo lo que otros no veían, estaban ciegos por sus pensamientos sin importancia, que los frenaba en seco sin poder ver la vida limpia, escuchar la risa sana de un niño, el perfume del otoño, el paisaje que dibujaba las hojas de un árbol en el suelo, mil tonalidades, nostalgia por todas partes, pero yo sin embargo lo veía, también el amor en esas personas que se querían con toda su aura, que se sonreían con complicidad, entre mis sueños, ese era uno, pretender que me amaran..
Averigüe muchos sentimientos en las personas, perdieron su vitalidad, el egoísmo no los dejaba ver, la ira no los dejaba caminar, la venganza que tramaban los ahogaba, sus supuestos problemas, les impedía vivir… y así un montón de conclusiones saque, mientras yo quería estar en su lugar, teniendo su vida, poder hacer todo, disfrutar…
Al principio luche como todo el mundo lo hubiera echo, aun conservando parte de alegría, riéndome del cambio de look, pelucas, tenia esperanza, pero conforme todo lo que probaba fallaba, la esperanza en mis ojos de apagaba como una vela, me deje vencer, era fuerte, mas fuerte que yo, a solas cubría mi rostro con mis manos, apretando mis ojos, no dejar que las lagrimas resbalaran y me decía <<Todo ira bien>> mentirme a mi misma no servia, me consumía, era cuestión de tiempo, el final se acercaba, podría ocurrir en cualquier no lo sabia, no tenia la certeza de cuanto tiempo tenia por estar aquí, soñaba cuando el entorno se derrumbaba, me sonreían calidamente pero en sus ojos veía reflejada la pena, mezclada con dolor, y eso me arruinaba, no lo soportaba, no quería que sintieran lastima, no esas miradas de despedida, me había echo a la idea de que me iría, pero me angustiaba sus caras, no poder hacer nada…
Quería encontrar a alguien que me amara, ver en sus ojos amor y no lo que acostumbraba a ver en los ojos de estas personas que estaban junto a mi, quería sentir un mínimo de vida latir en mi interior, sentirme viva por una cuestión de tiempo…
Mis días se convirtieron en el último, no sabía cuando la enfermedad agravaba hasta el punto de arrastrarme con ella, las fuerzas disminuyan, lo que indicaba que todo se agravaba, pero aun así seguía manteniendo mi cabeza serena, para captar cada momento… Temía, temía muchísimo, ¿Qué me esperaba? ¿Seria duro? ¿Sufriría? ¿Dormiría? ¿Consciente o inconsciente?, el miedo estaba presente por lo desconocido.
Todo lo que tenia dentro, se borro con un borrados, todo el pasado, no quería cargar con culpas, con todo por lo que llore, allí donde fuera que fuese, solamente quería llevarme lo bueno, dejar aquí lo malo, no necesitaba llevar resignación, disgustos, cosas que me importaron una vez, ahora estaba libre de esas cargas emocionales, me sentía ligera, libre. Los sueños mas fáciles se iban cumpliendo, algunos con ayuda, otros sin ella, las personas que me amaban me ofrecían su ayuda, comprendía que su lastima, no les dejaba ser mezquinos con alguien que moría.
Montar a lomos de un caballo, acariciarlo, ir al concierto de ese cantante que pone tu piel de gallina con su voz, con sus letras, volver a lugares queridos donde habías compartido con los años mientras ibas creciendo, volver a leer aquel libro, ver el anochecer, igual que el amanecer, dejarse llevar todo lo que la enfermedad me dejaba, perder un poco el control, olvidando que este día podía ser el ultimo, me deshacía de mis pensamientos, los enviaba lejos, pero en la cama volvían, amenazadores, asustándome, dormía rápidamente con una sonrisa sin olvidar lo que disfrute, lo bien que me lo pase, aprendí a no pensar en ello, y vivir con ello, es lo único que podía hacer. La muerte asusta a cualquiera, pero las pequeñas cosas, aportaban tanta alergia que por momentos espantaban el miedo, y pese a todo era yo…
Un día en el cual me desperté, me asome a la ventana, y veía los copos caer, que maravilloso era aquello, todo blanco, puro, saco las manos por la ventana los copos se depositan sobre mis manos amoratadas, grisáceas, gélidas, tanto que mantengo con vida aquellos copos, sonrió, en el marco se fue depositando por la noche la delicada nieve, lo suficiente como para hacer una pequeña bola, recordar mi niñez, que pronto olvidaré. La sostengo, mis manos adquieren un rojizo amoratado color, extraño, igual que esa sensación, me fijo que mi respiración aun se divisa en el aire, aun tengo vida, dentro de mi hay calor, aunque mis extremidades estén siempre heladas, respiro profundamente, llenando de ese aire puro mis pulmones, esta época siempre me pareció diferente, especia, será por el blanco que siempre represento pureza, inocencia, pero me maravillaba, así que desee, no perder mas tiempo y abrigarme y pasear por la calle de mi ciudad, esperando verla de otra manera, especial, pisar y dejar mi huella, me abrigue, no lleve grandes pesos, solo necesitaba la música, y el teléfono. Salí casi corriendo, con el pelo medio a secar, un gorro, una bufanda que me dejaba al descubierto la nariz y la mirada, me puse los cascos, en las orejas, música tranquila, sonaba, pero quería escuchar mejor el rugido de mis pies sobre la nieve cuando la pisaba, un chirrido suave y una huella, me encantaba todo, pensaba que puede que me fuese a un sitio parecido, blanco, puro, iluminado, donde la luz del sol se reflejase en todo.
Perdí la noción del tiempo ande tanto que no me acorde de la hora, se hacia de noche, y la ciudad brillaba con los típicos adornos de navidad, la decoración que se reflejaba en mis ojos, luces de color, escaparates, llenos de muñecos de nieve, árboles, que precioso me parecía todo, no paraba de sonreír, ese día parecía diferente, y lo fue, sucedió, cruzando el puente, el agua congelada por algunos bordes, pero por un instante no me llamo tanto la atención como esos ojos, que me siguieron, se dio la vuelta y me miro, le sonreí, no se si lo vio, me encanto, dulce, di unos pasos mas, me pare, no tenia nada que perder, me eche a correr tras el, lo alcance, me sonrió, le dije que hoy su sonrisa fue capaz de distraer mi atención de semejante bello día, enseñándole con las manos el cielo, oí el sonido de su risa, y sus palabras fueron si aceptaba una invitación a tomar algo, nos presentamos, hablamos un rato asta llegar a un bar, al entrar era un sitio bastante confortable, parecía que era habitual allí, porque el camarero le conocía ya, no tenia vergüenza, supongo que en la situación en la cual me encontraba no estaba como para tener esos sentimientos, me aseguraron que el chocolate de allí era el mejor, y tendría que probarlo, enseguida vi que era un lugar de gente encantadora, el me explicó que el camarero es un buen amigo, que sin duda el chocolate era el mejor…
Yo no sabia si era por el ambiente, porque podría ser el ultimo, o por el, pero me supo mucho mejor al cual tomaba en casa, este me sabia delicioso, procuraba no sonreír demasiado ya que me imaginaba que mis dienten deberían de ser negros, no eran dignos de ver, con una sonrisa así no podría conquistar a nadie, pero aun así, el se encargo de echarlo a perder, porque no paro de hacerme sonreír, cuando le dije lo de mi sonrisa, que parecería que no tuviera dentadura, se encargo de dar un largo sorbo dejándose unos bigotes, diciéndome que así el también pasaría la misma vergüenza, me lo pase muy bien, disfrutando de su compañía, me aseguro que esa fue la mas extraña y la mejor cita, mientras me acompañaba a la parada del bus, decidí volver así, mi cuerpo se había debilitado, las fuerzas disminuyan, le di mi numero, no me ilusione, solamente se trataba de una tarde en la cual había disfrutado, aunque me gustase, no quería dañar a nadie, no podía permitir que fuera mas lejos, sabiendo que no seria eterno.
De vuelta a casa en el cristal en vez de ver las luces de la ciudad, solo divisaba su mirada, en algunos puntos su cara, un pelo revuelto, loco, unos labios rojos, que manía por describirlo todo en los diarios que llevaba, esa noche me expandí en detalles, escribiendo sobre su chaqueta, sus manos, sus vaqueros, y su sonrisa, me dormí enseguida, propio de la enfermedad, me desgastaba…
Siguiente día, mire el teléfono, no tenia ni mensajes ni llamadas, propio, algunas personas cuando saben que estas mal huyen, hablan, pero no te sustituyen, se marchan, pero podrían no abrir la boca, si te vas, vete sin mas, no digas cosas, no hables mal, quédate con el aprecio, mira hacia delante y no atrás, que es a lo que yo me dedico, y hago, no me importaba, a estas alturas, me había acostumbrado, puede que estuviera desanimada por no saber nada del chico que conocí anteriormente, pero no permitiría que esos negativos pensamientos me abatieran de mi camino, hoy tocaba ir al cine, me apetecía mas probar esas palomitas que otra cosa, así que lo vi una buena excusa para distraerme, y luego comprar alguna cosa, hacer algunas fotos para aquellos pocos que me querían recordar…
Ahora la soledad era muy amiga mía, he aprendido que no se necesita a nadie para hacer cosas, para hacer las mejores cosas, y así lo considere y lo hice…
Al tercer día, se acordó de mi, me envió un mensaje corto, disculpándose, me pidió una cita, le dije conteste deprisa, aceptaba, fuimos a cenar, casi no comí, no era por que no me gustara, pero el hambre desaparecía poco a poco, no podía decirle lo que realmente sucedía, le puse una pequeña excusa, de que estaba con una dieta, no me lo creía ni yo, así que imagino que por su cara el tampoco, dimos un paseo, me hablo de el, compartía piso, estudiaba y trabajaba, hoy libraba, y quería verme, no es que no lo quisiera hacer antes, pero no podía, le conteste, no pasa nada, así me echaras de menos, se ofreció a acompañarme, pero me le dije que prefería irme sola, no se trataba de no desearlo, pero si algo pasaba, si un día por algo no recibía respuesta, no quise que me buscara, pidiendo explicación… De momento prefería el anonimato, me gusto su forma de despedirse, con un beso de verdad, en mi mejilla izquierda, me acaricio la derecha diciendo que esperaba verme pronto… Un escalofrió me recorrió, verme pronto, como podía prometérselo, asegurarle que nos veríamos, que habría una tercera vez, saque fuerzas y le dije que puede ser, y me marche, al darme la vuelta, una lagrima recorrió mi mejilla asta la barbilla, perdiéndose en la bufanda…
Pasaban los días, cumplía las cosas que me gustaban hacer, lo volvía a ver, me pasaba por su trabajo, era camarero, hablaba con el, teníamos confianza, pero no le desvele nada, preferí guardármelo, aunque algo ocurría entre nosotros, sus caricias, las mías, eran, siempre como las ultimas, cuando me daba un vaso, nuestros dedos simplemente se acariciaba, cuando me ofrecía el abrigo simplemente acababa entre sus brazos, me lo tendía de tal manera que siempre acababa en su regazo, no lo había besado, pero podría decir como eran sus labios, los deseaba probar, sus ojos nunca se apartaban de los míos, y empezaba a odiar el destino, por no tener mas tiempo, dedicárselo, disfrutar de el, estaba enamorada, pero no quería herirlo, no sabia como decirle aquello que me dañaba cuando lo miraba a los ojos…
Una noche me invito a salir con unos amigos, no se aparto de mi, el sitio estaba lleno, había tanta gente, era imposible moverte, sin rozarte, pero aunque no me gustaran esos sitios el me gustaba tanto que lo hubiera acompañado hasta el fin del mundo, asta en ese sitio, lleno de gente, que me quitaban las fuerzas, entre el humo, el olor del alcohol, solo tenia ojos para el, su camiseta resaltaba con esas luces, que guapo estaba, me presento a sus amigos, a causa de la música no escuchaba, no entendí nada, me aferraba a el con fuerza, no se si era por el mareo, o porque no quería que me lo quitaran, sus amigos, a pesar de no saber sus nombres fueron amables acogiéndome, las chicas eran simpáticas y no tardaron en tratarme como una de ellas. Le tenia agarrado como si no quisiera que jamás se marchara de mi lado, pero lo sacaron a bailar, sentí celos, envidia, pero intente no alarmarme, mi mente se autogestionaba diciéndome, no eres dueño de el, no lo posees, no se puede poseer a las personas, tienen su libertad, solo el destino puede hacerlo, mi corazón sentía, sus latidos removían mi sangre, y mi cabeza continuaba diciéndome que he fantaseado mas, me he ilusionado, puesto yo no quería que eso ocurriera, no era capaz de dañar a nadie mas, pero no tenia la capacidad de apartar la vista de esos dos cuerpos pegados, sus movimientos, quería ser ella, entre la música escuchaba a sus amigos, lejanamente, preguntándome, entrevistándome, no quise ser antipática, pero no deseaba que nadie supiera nada de mi vida, mi cuerpo se cansaba, el ambiente me agotaba, todo era como un video a cámara lenta, mi frente empezaba a sudar, la camiseta me apretaba, que angustiada me sentía, me disculpe, y me marche, con la imagen de ellos dos bailando pegados, ¿Por qué me afectaba tanto?..
Agarre mis cosas, conforme salía me las ponía, el gorro, que me regalaron, la bufanda que me hicieron, el bolso que contenía lo poco que podía describirme, lo que para mi mas valor tenia, un diario, una foto, las pruebas del medico, un reloj de arena, que me recordaba que dentro de poco no iba a existir, pero a la vez me enseñaba que el tiempo es muy corto para detenerse en algo que no es bonito ni agradable, que solo tienes que abrir los ojos para ver algo esplendido..
Haciéndome sitio entre la gente, por fin salí, el aire era frió, había jaleo, otros fumando, una pareja besándose, mire con cierta envidia, luego mire el cielo, divise la luna, alguna estrella, mi aliento subiendo a el, como si fuera a besar aquel universo, la noche, siempre tenia algo, rincón para los solitarios, altar para aquellos que ven y oyen el silencio lejano, pero quería correr, sentir que el aire corta mis mejillas, que mis labios sangran con la sequedad, pronto lo perdería todo, lo valioso que se volvió todo en este poco tiempo..
Tras tiempo corriendo, las fuerzas me abandonaban me deje caer en un portal, mi respiración acelerada, el aire no llegaba a los pulmones, tenia miedo de morir allí, de que alguien me encontrara, que se asustara, lloraba, todo me afectaba, llame a un taxi, aun quería valerme por mi misma, enseñar al mundo que aun estaba capacitada de hacer cosas que aun pese al cansancio, la enfermedad no me ha vencido. Necesite un tiempo en recuperarme, en los cuales me olvide de todo, recibí mensajes de el, llamadas, no conteste, no quería centrarme en el, intentaba alejarme de el, olvidarlo, no dañarlo, mantenerlo al margen de lo que me pasaba, esto no debería de consumirlo a el también, ya tenia suficiente con devastarme a mi, y a todos los que apreciaba, los que estaban a mi lado…
Tenia tres luchas, la de mi vida, la de mi cabeza, y mi corazón, me enamore, al tercer día leí sus mensajes, preocupación se leía en ellos, << si había echo algo, que le perdonara, que le explicara lo que ocurrió>>, en vez de contestarle, me pase por su bar, le explique, que me fui con la familia, que soy tan despistada, que me deje el teléfono en casa, que esa misma mañana había vuelto, que después de leer sus mensajes, decidí ir a verle, odiaba mentir, y mas a el, ¿pero que podía hacer?, me alegre de que me creyera, puse distancia entre los dos, excusas, frialdad, pensando en todo, el merecía ser feliz, alguien que le prometiera amor, que le diera compromiso, sueños, esperanzas, todo lo que yo no podía hacer, que se lo diera alguien que iba a estar allí..
Quería un empezar para el, no un final, y yo era cuestión de tiempo, si me dejara llevar, lo lamentaría siempre, no podría renunciar a el, al amor, si probaría sus besos estaría acabada, empecé ha hacer lo que mi mente me dictaba, me costaba, pero funcionaba, bueno, me engañaba, siempre ocupada, tantas cosas que hacer, tan poco tiempo.
Paseo nocturnos, lluvias, veía aquellos arco iris, ese olor particular, la primavera se acercaba, todo volvía a ala vida, menos yo, que la dejaba atrás, usaba maquillaje, tenia que tapar aquel rostro enfermo, me avergonzaba de mi, el árbol de enfrente de mi casa tenia esas típicas flores rosas, y los parques estaban llenos de gente disfrutando, sin ser conscientes de que podía ser el ultimo día, yo era consciente de ello, y por eso siempre miraba al cielo, sonreía, las hojas, la hierba, el agua que recorría el río venia de las montañas, estaba fría, pero fresca, cuando no supe lo que tenia, era egoísta, no veía la vida, pensaba solo en mi bien, haciendo sufrir a los que tenia a mi lado, y ahora a cambiado, me debo a los demás, me levanto cada día, para que no sospechen de que me desvanezco, aparento no tener miedo, que lo aceptó, que no lloro, porque hasta las lagrimas me parecen mágicas ahora, pero nadie sabe lo que pasa por la mente de alguien que tiene los días contados, no te hace falta nada mas que tu sobra para disfrutar, no temí a la soledad, pero desde que le conocí a el, deseaba amarlo con todo lo que era el, con todo mi ser, emplear mis fuerzas en poder tenerlo, miraba las fotos que tenia en el móvil a menudo, esa sonrisa suya que hacia que me perdiera en el mundo, que viajara en el espacio astral, abrazándolo fuertemente hasta con mi aura, lo miraba y con su existencia, hacia que no temiera a lo que me esperaba, como si supiera que podría verle mas a menudo, no renuncie a verle, hasta que no pude mas, me resistía a sus encantos, a su mirada, a su tacto, pero cuando sus labios se posaron sobre los míos, perdí el aliento, no me desmayaría por culpa de la enfermedad, si no por culpa de la emoción, era algo que espere tanto, que no podía, creerlo, ocurría, tenia sus labios sobrepuestos a los míos, su lengua buscándome, y me deje, me deje llevar, disfrutando de ese sentimiento, asta que el razonamiento volvió, la culpa me separo, lo aparte, y sin darme cuenta estaba corriendo, escuchando su voz, a veces una mujer corre para que la persigan, pero esa vez, solo necesitaba desaparecer, ¿Qué había echo?, la culpa me consumía, llegue por fin a casa, la habitación me hacia sentir segura, protegida, pero no podía dejar de pensar.. Tanto pensé, que el corazón gano, empezamos una relación, la felicidad, que me daba era mas que suficiente para sostenerme lo suficiente del suelo, sentir solo bondad, pero me hería no saber como decirle lo que la vida me preparaba, que puede, puede que mañana no le sostenga la mano, ahora que me acostumbre a sus besos, se los daba con todo mi amor, podía ser el ultimo, siempre le miraba cuando se marchaba, aun no sabia donde vivía, por precaución, quería tener un sitio seguro, por si saliera mal, quería tener un sitio neutral.
El tiempo me debilitaba, lo sabia, sabia como la enfermedad se iba a prolongar, me asustaba, pero formaba parte de mi vida, aunque el hacia que me olvidara de ella y hiciera vida normal, una tarde paseando por la ciudad, los mercados estaban llenos de cosas que la gente traía de sus huertos, y vi esas manzanas, las saboreaba con la vista. Lo bueno de los mercados es que puedes elegir tu misma lo que te gusta, tenia una en la bolsa y otra en la mano, cuando de pronto he notado, que sus pesos son mas que el mió, que mi visión quedaba emborronada, y luego oscuridad, escuchaba mi voz interior decir, << ya esta, se acabo, esto fue todo>> una lagrima salio de mis ojos, note el golpe contra el suelo, pero tras unos minutos inconscientes, desperté, volví a ver la luz, desconcertada, escuchaba a gente murmullar, un bajón de azúcar, otros preguntaron si me encontraba bien, y otros lo que les pasaba por la cabeza, por la mía solo pasaba que había muerto, o se acercaba mas y mas, era suya, de ella dependía. El me escudo, ayudándome a levantar, hablando en un bar cercano, tras haberme comprado las manzanas que ahora no me apetecían, escuche sus propias conclusiones, su mente se había enredado, antojos, mas desmayos, ausencia de menstruación, seriamos padres, me quede callada, sin decir nada, le dije que no era eso, que es otra cosa, me acribillo a preguntas, salí corriendo, como hacia siempre, sin darme cuenta de que dejaba atrás mi bolso, en el que llevaba mi mundo, mi habitación ya no era segura, no me daba tranquilidad, no podía llorar, la familia se preocuparía, me marche en un parque, columpiándome como cuando era niña, cuando no conocía lo que significaba la vida, cuando no tenia ninguna preocupación, todo tenia solución con un perdón, sin explicaciones, sin sermones, sin pensar que en una caída perderías tu vida, hacías todo, como si fueras de goma, un rasguño te hacia mas valiente, un parche, una historia inventada, pero ya no era una niña, no había manera de mirar atrás, la vida no volvería jamás, por mucho, que retrasemos un reloj, siempre acaba avanzando, eso me pasaba a mi, frenaba la vida, cuando la muerte se me llevaba, y recordaba cosas, que me hacían sonreír, en aquel día de atardecer, cosas de niña, adolescencia y mujer, sentía como mi vida se quebraba bajo la planta de mis pies, pero la tierra no se me tragaba, no aun no, lloraba en silencio, desconsolada, perdida, andaba sin rumbo, me miraban, pero me daba igual, que mas me daba, la única persona que no me miraba con pena, la había perdido, ¿pero como puedes preparar a alguien para un final? ¿Cómo explicarle todo? ¿Por qué no se lo dijiste antes?... llegue tarde a casa cansada, dormí con la ropa puesta, no quería pensar, estaba segura de que tenia lo que me merecía, al día siguiente, me despertó una voz suave, mi madre dándome un bolso, unas flores, y un recado…intuya que lo sabía todo, en el recado ponía, nos vemos a las 23:30 quiero hablar de todo, no quise las flores, abrí la ventana las tire, mire el bolso, la pruebas de los médicos no estaban, me duche, sentía un gran cansancio, mas de lo normal, puede que al sufrir el peso pesa mas, puede que cuando la vida se hace dura, te cansas de caminar por ella, por un sendero, que se quiebra con tus pasos, no sabia que decirle, ni el baño que me eche me dio ideas, ni leer me tranquilizaba, y cuando esperas algo todo va mas lento, me refiero que cuando esperas algo que te ilusiona, todo va lentamente, pero cuando se trata de algo que no quieres, el tiempo vuela, y eres historia, me mire en el espejo, que vértigo, que color, que pelo mas débil, mirada apagada, manos azuladas, delgada, enferma, muy enferma, ojeras, de un color raro, no me maquille, no tenia ganas, no había un porque, si quería verme, será tal y como soy, ya sabe todo, no elegí la ropa, me puse lo primero que encontré, camine, esperando que todo pasara rápido, y antes de la hora estaba allí, mirando como el mundo cambia de color, como la oscuridad lo envuelve todo, lo arropa, así es lo que me pasa, poco a poco la enfermedad me conquista, me parecía entrañable, si la noche se me llevaba no temía, en cualquier estación me gustaba, los sitios donde no hay contaminación lumínica, donde puedes ver brillar las estrellas, una amplia extensión, un manto, con puntos, tan brillantes, siempre me recordaban las estrellas a los cristales de swarovski, cuando los veo me siento mas cerca de las estrellas, y entre ese silencio, del agua de una fuente, de unos pasos, escuche su voz, suave, calmada, se sentó, pero notaba que venia una tormenta..
Empezó a decirme que si hacia parte de algún tipo de lista, me sentí ofendida, le conteste que si cree que enamorarme de el lo ve como un deber es cosa suya, pero intente mantenerme alejada de el, de no dañarlo, no quería que supiera lo que tengo, porque me basta con lo que siento ya, sabia que si se lo decía me miraría como los demás, de la misma forma, me pregunto como, y le dije de esta manera en la cual lo haces ahora, con lastima y pena, ya no veía amor en ellos, el amor que había antes en ellos, esas chispas, las ganas de devorarme, como me acariciaba en la lejanía, como sentía sus sentimientos, cuando me agarraba de la mano, como formábamos un circuito, que activaba mi corazón.
Ahora era uno de ellos, uno que mira un muñeco roto, una persona que no sabe que hacer, que te trata con compasión, como si no te valieras, tienes asumido que te vas, pero odio ver que todo el mundo, haría cualquier cosa por mi, cosas que no harían si no estuviera en este estado, que no me aprovecho de ello, porque quiero valerme hasta el ultimo momento por mi misma, comencé a llorar, explicándole, que antes de todo este bache, tenia sueños, tenia, esperanzas, pero ahora vivo el ahora, no hago promesas, porque no las puedo cumplir, ojala le hubiese conocido en otro tiempo, en otra vida, pero gracias a esto le conocí, porque si no viviera el ahora jamás me hubiera acercado a el…
No me arrepiento de haberle conocido, de amarlo con todo mi corazón con todas mis fuerzas, que e puesto todo de mi en el, soy culpable de no decírselo, pero no es tan fácil, no es algo, que se dice con facilidad, estoy a punto de morirme, me queda cuatro meses, o menos, no formaba parte de ninguna lista porque no la hay, no hay lista, vivo los instantes, y me da igual, si la muerte me piílla en un parque tumbada sobre la hierba, significaría que estaría disfrutando del planeta hasta el ultimo momento, pero que seguramente acabaría en mi cama, porque habría un día que no podría levantarme, y no quería que me viera así, y me dijo que era una egoísta, que pretendía dejarle sin ninguna explicación, desaparecer, sin mas…
Le volví a decir, que no era fácil, no quería ver su cara de pena el ultimo momento de mi existencia, que me recordara enamorada de el, como lo estaba ahora, intente acariciar su mejilla pero la aparto, me sentí rota, pensaba que en las películas ocurría que lo comprendían, te abrazaban y te besaban, pidiéndote que no llores mas, pero no paso eso, me miro como si fuera otra, transparente, como si ya hubiera muerto para el, sentí una punzada, me contuve de gritar, mis palabras de nada servían, mis explicaciones no lo hacían entrar en razón, lo había perdido, me dijo que lo engañe, y que no quería verlo, fui cobarde, o el cobarde e egoísta era el, por no ponerse en mi lugar, supongo que tenia miedo, yo lo tendría, me marche llorando, como sucedía últimamente, desde que le conocía, había conseguido remover mi vida, con el echo de dejarme, la enfermedad se adelanto mas, echaba de menos todo de el, y miraba a menudo las fotos, aquellos besos, aun no estaba preparada para renunciar a todo, a el, a ellos, a los instantes, aunque no estuviera, tenia su imagen, para no olvidarlo.. en un viaje por el centro, tuve la idea de comprar una cámara de video, y grabar una despedida para aquellos que me preciaban y otra para el…

Mensaje, hacia la familia y a todos mis queridos…

-Os agradezco vuestra infinita compañía, vuestro cariño, y la libertad de la cual he dispuesto, para hacer que mis deseos se hicieran realidad, me habéis echo feliz hasta el final, sabéis, que para mi no fue fácil pasar por esto, aunque ponía empeño en sonreír, mis ojos carecían de fuerza y vitalidad, me estuve apagando a vuestro lado, y aunque lo disimularais, vuestro rostro decían lo mismo que mis ojos, miedo. Esta enfermedad terminal, me enseño que la vida tiene limite de caducidad, y que estamos aquí para disfrutar las cosas buenas, hacer lo que el corazón os hable, ser sensatos, pensar… siento las lagrimas, pero es duro esto, puede que sea lo ultimo de vuestra vida.
Me desespera que no veáis la magia de vuestra vida, de no darle color, este tiempo e admirado todo desde un punto, intentando absorber todo el mundo en mi corazón, llevarme sensaciones, sabores, olores, sois los dueños de todo, pero no queréis abrir los ojos, y ver que la vida os pertenece… yo lo descubrí tarde..
Siento mucho haber sido una hija necia, caprichosa, defectuosa, haberos dado dolores de cabeza, instalado miedo en vuestro interior, pero para mi habéis sido unos protectores ejemplares, y vuestros consejos, vuestras palabras me han hecho transformado en lo que soy, gracias por ser mi familia… siento la marcha, romperos por dentro, se que una hija no es insustituible por nada, y dejare un vació dentro de vosotros, pero allá donde este os cuidare, como habéis echo conmigo, no quiero que lloréis por mi, porque me voy feliz de haberos tenido y compartido el tiempo con vosotros.
Y ahora queridos míos, mis pocos amigos, que habéis quedado, en las malas he visto quien ha quedado a mi lado, vuestras salidas, y distracciones, me han hecho mas amena la lucha, me han llenado de gratitud, y felicidad, las sonrisas, el sonido de ellas las llevare conmigo, os quiero enormemente, no es una despedida, si no un asta luego, este donde este os mirare, con cariño, nuestra amistad será incondicional.
Gracias a todos, espero que me recordéis sonriendo a pesar de la carga, del daño que mi huida os provoque… os llevare conmigo…
Despedirse de la familia es fácil, son cosas que te salen, conoces a las personas, sabes lo que decirles, pero alguien que se marcha, como podría decir algo, puede que no lo lea, pero es el riesgo, lo asumo, abro otro archivo, estoy en un parque como siempre, a mi espalda se ve unos árboles recién florecidos, preciosos, mi rostro no encaja en semejante imagen, desentona en el ambiente, pero bueno se de que se trata, y como le comunicare todo, espero que comprenda, y me perdone.. Solo lo espero…

Despidiendo un amor

Quería que supieras, que no eras la trama de ningún plan, tenia miedo de tu reacción, he perdido a gente, y tenia poco. No me preocupaba aquello, porque detrás todo, tenia algo peor por lo cual preocuparme, mi vida. No sabes como me dolía ver esas miradas tristes, de lastima, cuando intentaba levantarme, y ponía toda mi fuerza en ello, o las veces que subía sin aliento, la tristeza que me transmitían sus rostros, en cambio al conocerte, tu rostro me invocaba amor, era angelical, tus ojos me daban una sensación de vida, si algo me da pena dejar atrás, eres tu. No te engañare, deseaba enamorarme, pero no pretendía tener nada, porque, no quería hacerte sufrir, intente alejarme de ti, pero no había un solo día que no mirara las fotos del teléfono, teníamos confianza, pero no tenia valor, por eso nunca te dije nada, quería disfrutar lo poco que me quedaba, y decírtelo, sé, hubiera sido una mala sorpresa, un castigo, y egoísta por mi parte, pero en tus ojos veía amor, cuidándome como a una persona normal, no como a alguien que esta a punto de marcharse de este mundo, me sentía una chica normal, de mi edad, pues tu fuiste mi ultimo amor, te ame sin rencores, sin miedos, sin ataduras, sin barreras, porque se trataba del final de mi vida, y te daba todo lo que era, me gustaba ser yo quien te miraba cuando dormías, no que fuera al revés, por si me iba, me gustaba besarte como si mañana no lo pudiera hacer, cogerte de la mano, sentir que ese recorrido de adrenalina llegaría asta a ti, bañarme contigo, y lavarte la espalda, no como en mi casa, que los días que desaparecía me lavaban, no quería sentir esa vergüenza contigo, luche mucho contra esta enfermedad, me enfade conmigo, con la vida, con el mismo Dios, lo acepté de mala manera, porque me tengo que rendir, me he rendido, porque no había nada mas que hacer, pero al perderte, me enfade con todo mi alrededor, porque la ultima vez en tu mirada vi que para ti había muerto ya, se que fui injusta, pero para mi nuestro amor, fue un breve encuentro, una gran historia, podrían escribirla, créeme, que te ame de verdad, no porque tenia miedo de estar sola, por eso nunca te dije donde vivía, no quería que me vieras en la cama, con este aspecto, fantasmagórico, se me partía el alma, cuando tu soñabas, porque yo no podía hacerlo, yo solo me dejaba llevar, sabia que existía un limite, y hacia las cosas porque nunca volverían, se me hizo tarde, en decirte todo, no imagine que dolería tanto tu falta, han pasado unas semanas, aun miro tu sonrisa, me alzabas, me olvidaba de mis problemas, alargaba los segundos, me resistía ante mi situación, porque tu fuiste mi mayor ilusión. No pretendía acabar con todo, ahora sabes la verdad, se que te he dañado, me as enseñado que la vida se alarga con amor, le has dado otro sentido a todo, aunque haya tenido un final que no me esperaba, soñaba con tener tu mano entre la mía hasta el final, no fue así, pero cierro los ojos, la puedo sentir, no me preocupa mi desaparición tanto como tener tu perdón, se que no me porte como debía, sé que es difícil de verlo desde tu punto de vista, desde el mió, es imposible, ¿con que palabras escogidas, le dices a la persona que amas que te queda poco de vida?
Las intente busca muchas noches, escribí muchas veces, hice monólogos delante del espejo, y al final, por no decírtelo desde el principio te e perdido, te pido perdón, deseo que sepas, que has hecho mi vida mas dulce, que en mis ultimas semanas de vida me has hecho sentir una persona con todo el tiempo de vida, te agradezco con el alma, que me amaras, que me trataras tan bien, que me dejaras darte lo que tenia, lo que podía, que satisficiera mis ansias de amar, que fueses la ultima persona a la cual le he entregado todo sin reparos, sin miedos, para mi fue la oportunidad mas especial que he tenido, en un sentido he revivido, porque tu hacías que vibrara de emoción, aunque las circunstancias me consumieran, tu has hecho que sonriera, si mi vida era el amargo café, tu fuiste el azúcar, no creí en la posibilidad, de amar antes de dejar este mundo, y todo se hizo realidad, siento haberte decepcionado, no haber estado a la altura de tus expectaciones, de no poder hacer jamás tus sueños realidad, yo jamás te olvidare, me llevare conmigo todo el amor, te amare desde algún lugar lejano, porque para mi fuiste mucho mas que estas palabras, el deseo y la provocación, me salte lo prohibido para estar contigo, se que estaré siempre, velando por ti, por tu sonrisa, porque formas parte de mi, me voy contigo en mi corazón, y desde hace días solo veo tu rostro, como lo veía en las noches que te dormías en mis brazos, no se ni siquiera, la manera en la cual debería de despedirme, como decirte adiós, cuando no deseo irme de tu lado, me hubiera gustado que esto no me pasara a mi, pero la vida lo quiso así, no es mi culpa padecer, esto, solo soy culpable, de el dolor que te creado, pero espero que hayas pasado un bonito encuentro, porque tu hacías que en vez de que me temblara la barbilla, enseñara los dientes, a base de sonrisas me ataste a ti, he disfrutado de tu compañía y me alegro de que fueras el elegido, al que debí de amar, diste color a mi vida, fuiste la razón por el cual odie al mundo, por separarme de tu pecho, no te imaginas lo que hubiera dado por quedarme y aprovechar los sueños contigo, supongo que cuando este dvd te llegue ya no estaré, no me olvides, no lo are, este donde este, te amare, espero que esto aclare tus pensamientos y veas que no eras un numero de la lista, si no una bonita realidad, lo que te dije lo sentía, las caricias y los besos eran de verdad, te agradezco que fueses la morfina de mis últimos días… no me olvides
Le envié el dvd, sin remitente, le metí mi pulsera en el mismo sobre, calcule que le llegara dos días después de mi marcha..
Como duele hacer una despedida perfecta para aquellos que no entienden que no estas preparado para lo que te espera, mucha gente no sabe cuando llega su día, y no aprecian los instantes, no aprecian los momentos, y yo estaba allí en aquel parque, haciendo lo imposible, por aparentar que no tenia miedo, preocupándome por los demás, aceptando la vida, lo que me esperaba, me iría triste, poco a poco, cerrando los ojos, para no ver aquellos ojos que miran de reojo, que se secan las lagrimas creyendo que no los veía, ellos no deberían temer, si no hacerse ver, su valor, yo estaba a punto de cruzar el umbral, asustada, esperando ver que hay, imaginándome su rostro, los únicos ojos que no me miraban con pena, su sonrisa, y así me apagaba, sonriéndole, desde el otro lado, mientras todo se oscurecía lo veía, su mirada en el puente, cruzándose…





La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
François Mauriac (1905-1970) Escritor francés





Este relato va dedicado a aquellas personas con enfermedades terminales, o a todos que han perdido a alguna persona de esta forma, yo misma siento este relato muy cercano, pues perdí a una persona importante en mi vida. He tratado de poner varios síntomas de algunas que otras enfermedades que he visto de cerca, y ha arrebatado vidas inocentes. Siento mucho la perdida y comparto vuestro dolor…